Dali es un sitio un poco más alejado de los circuitos convencionales, lo cual se agradece. No es que no haya extranjeros, al revés, hay una zona centro con muchos bares y restaurantes "para guiris", pero el occidental que te encuentras aquí no ha venido con un viaje de El Corte Inglés.
Probablemente, Old Dali, es la ciudad donde más hemos disfrutado del descanso y de la comida de nuestro viaje. Nos alojamos en antiguo palacio de madera (12 euros la doble) y tomamos los mejores desayunos de nuestra vida: huevos revueltos, tostadas, mermelada casera, yogourth natural y un combinado de muesli, fruta y frutos secos con yogourth natural por encima que estaba brutal. Unos zumos 100% naturales de mango, sandía, melón, melocón... y no olvidar la carne de yak....¿quién dijo que en China se come mal? Esto nos costaba alrededor de 2 euros y pico (precio turista) así que tampoco es todo taaan barato, pero sigue siendo bastante más barato que en España.
Allí estuvimos tres días. Nada más llegar se nos acercó el que fuera nuestro guía, amigo y salvador en muchas ocasiones..hasta le confiamos nuestra ropa más íntima para lavar, jeje (por 10 yuanes la bolsa, su cuañada nos lavaba la ropa en el lago). Siempre terminaba sus frases con una sonrisa y diciendo....No problem.Up to you!!
El primer día allí hicimos ruta por el monte que rodea la ciudad. Subimos en teleférico y estuvimos caminando unas 3-4 horas. Durante el paseo vimos pequeñas cataratas y riachuelos. El entorno era ideal y muy dado a debates filosóficos. Allá donde íbamos nunca faltaba una buena conversación, controversia y risas, muchas risas.
Al día siguiente, alquilamos unas bicis y fuimos a recorrer la zona , a ver unas pagodas y a bordear un inmenso lago. Las anécdotas fueros muchas. Al principio casi nos atropellan, porque el tráfico es caótico. Luego había numerosas carreteras de tierra cortadas, las cuales tuvimos que cruzar algunas con las bicis a cuestas.Por el camino nos llovió un poco, compramos castañas, vimos arrozales y nos cruzamos con un grupo de mujeres albañiles. Fuimos a una casa-escuela donde había unas chicas bordando unos cuadros chinos preciosos. Terminamos comiendo en un bar de carretera chino, antes de regresasr a Dali, 25 kms después y con las piernas llenas de energía.
Probablemente, Old Dali, es la ciudad donde más hemos disfrutado del descanso y de la comida de nuestro viaje. Nos alojamos en antiguo palacio de madera (12 euros la doble) y tomamos los mejores desayunos de nuestra vida: huevos revueltos, tostadas, mermelada casera, yogourth natural y un combinado de muesli, fruta y frutos secos con yogourth natural por encima que estaba brutal. Unos zumos 100% naturales de mango, sandía, melón, melocón... y no olvidar la carne de yak....¿quién dijo que en China se come mal? Esto nos costaba alrededor de 2 euros y pico (precio turista) así que tampoco es todo taaan barato, pero sigue siendo bastante más barato que en España.
Allí estuvimos tres días. Nada más llegar se nos acercó el que fuera nuestro guía, amigo y salvador en muchas ocasiones..hasta le confiamos nuestra ropa más íntima para lavar, jeje (por 10 yuanes la bolsa, su cuañada nos lavaba la ropa en el lago). Siempre terminaba sus frases con una sonrisa y diciendo....No problem.Up to you!!
El primer día allí hicimos ruta por el monte que rodea la ciudad. Subimos en teleférico y estuvimos caminando unas 3-4 horas. Durante el paseo vimos pequeñas cataratas y riachuelos. El entorno era ideal y muy dado a debates filosóficos. Allá donde íbamos nunca faltaba una buena conversación, controversia y risas, muchas risas.
Al día siguiente, alquilamos unas bicis y fuimos a recorrer la zona , a ver unas pagodas y a bordear un inmenso lago. Las anécdotas fueros muchas. Al principio casi nos atropellan, porque el tráfico es caótico. Luego había numerosas carreteras de tierra cortadas, las cuales tuvimos que cruzar algunas con las bicis a cuestas.Por el camino nos llovió un poco, compramos castañas, vimos arrozales y nos cruzamos con un grupo de mujeres albañiles. Fuimos a una casa-escuela donde había unas chicas bordando unos cuadros chinos preciosos. Terminamos comiendo en un bar de carretera chino, antes de regresasr a Dali, 25 kms después y con las piernas llenas de energía.
Tiene una animada vida nocturna. Hay un par de pubs con bastante ambiente internacional mezclado con ambiente local, aunque tienen costumbres bastante extrañas, es divertido salir, y parece seguro. Las copas no son tan baratas como esperaría, creo recordar que al cambio eran unos 5 euros.
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